jueves, 26 de abril de 2007

El método

Luminosidad humana.
2006.











Últimamente El Buen Salvaje se ve agobiado por una preocupante falta de tiempo y, cuando es capaz de escaparse de las obligaciones en algún momento, dilapida el tiempo libre en no hacer nada; o en mirar la caja que habla, artilugio despreciable a todas luces (catódicas); o en navegar sin rumbo por los dominios de la ADSL.

Malo, malo. La pereza nunca ha sido pluma adecuada para escritores.

También uno a veces se ve agobiado por la cantidad de proyectos que aborda: blogs, cuentos, novelas, ensayos, artículos, etc... Así, el incauto emprendedor de palabras, incapaz de centrarse, no termina nada.

Organización.

Aprovechando una entrada de mi admirada Lynn, que roza la percepción extrasensorial (porque la cabeza de El Buen Salvaje ya mascaba este agobio existencial durante la última semana), y en la que es capaz de explicar con palabras esta sensación de trasvase de energía hacia la nada (o de vuelco de energía hacia todo, dispersándola sin ton ni son), me ha venido la inspiración y he conseguido sintetizar una panacea ("medicamento que sirve para tratar diversas enfermedades"), después de estrujarme la cabellera durante varios minutos, por supuesto.

He aquí el prospecto de uso e indicaciones:

Lunes. (Un día cenizo y gris. Depresión post-descanso debido al inicio del "cole" en el reino del Homo Moderno).
Escribir una novela seria, a poder ser de temática tétrica o retorcida. Con retruécanos y rayos o, incluso, alguna licencia orientada a insultos zafios. Todo muy negro, enrevesado y concentrado.

Martes. (Mayor actividad cerebral y más rápida. Ya ha pasado el peor día y el cerebro lo celebra).
Una entrada para el blog (o blogs).

Miércoles. (Día de reflexión, capacidad analítica al máximo y agilidad mental exacerbada).
Escribir cuentos cortos. Pasearse por los diferentes blogs que a uno más le gustan y parir algunas ideas, aprovechando la inspiración que, a veces, ofrecen gratuitamente.

Jueves. (Apatía. La mitad de la semana suele dejar para el arrastre a muchos).
Descanso fundamental. Hay que desterrar ese estado de apagamiento y cansancio acumulado.

Viernes. (Por fin).
Alegría, optimismo, ingenio, jovialidad, destierro absoluto de la seriedad,... ¿una comedia, tal vez? ¿un guión humorístico de cine? ¿algo de ironía fresca?

Sábado. (Estado de relax. El mejor día de la semana)
Aprovechando la sociabilidad que otorgan las visitas a los amigos y/o juergas varias, es ideal componer algunos diálogos para esas partes de las novelas/cuentos/loquesea en las que no hay más remedio que hacer hablar a los personajes.

Domingo. (Proceso de concienciación de la "vuelta al cole" del Homo Moderno)
Lectura variada. Se hace necesario entrar en un estado de introspección y tranquilidad. Escritura de ensayos y de esos artículos de análisis que no hemos conseguido hilvanar del todo durante el ajetreo semanal y que ahora se nos presentan como obviedades.

Por supuesto, es intercambiable un día por otro, si no coincidís con la idiosincrasia cerebral o el modus vivendi de El Buen Salvaje.

Otro mundo es posible, más productivo, más fructífero, más provechoso, con el plan de choque de El Buen Salvaje.

¿Qué opináis?

3 comentarios:

Lynnsinhill dijo...

No está mal... pero cuándo nos ganamos el sustento... Ay, voy a dejar de quejarme y hacerte algo de caso. Empiezo el planning la semana que viene, en ésta reboso de trabajo.

Julieta dijo...

Qué bueno, me recuerdas a este libro... como se llama... La conjura de los necios.. No te ofendas, el libro es muy pero que muy bueno!! A algunas personas les encanta planificar sus ilusiones y las reglan en eso que se llama tiempo... la pena es que nunca es elástico, y las ilusiones cada vez son menos realistas con dos días de vida... Un saludito

... dijo...

Bueno, bueno, ¡es tan sólo un comienzo de plan! Tiene sus fallos y hay que pulirlo... :)

Triste historia vital la de John K. Toole, el autor del libro que mencionas, Julieta (bonito nombre, por cierto). Y un magnífico título que queda para la posteridad, sin duda.

De los planes a la realidad hay un trecho muy largo pero con que me salga la mitad de lo planeado, me doy por satisfecho.

Saludos salvajes.