viernes, 17 de marzo de 2006

Tradiciones salvajes

Hoy se celebra una de esas fiestas "extranjeras" que se deberían nacionalizar, ya que viene en forma de jarra desbordando alegría, sin más pretensiones que las de pasarlo bien. Y es que hoy es San Patricio.

Pocos sabrán que este santo, del siglo V, puede jactarse de haber evangelizado Irlanda entera, hoy uno de los últimos bastiones de la religión católica. Después de vivir casi seis años como esclavo en Irlanda vendido por unos piratas que le secuestraron en su tierra natal, Escocia, cuando todavía era un adolescente, escapó a Italia milagrosamente. Allí se ordenó sacerdote y, posteriormente, fue nombrado obispo de Irlanda.

Para poder realizar la función evangelizadora encomendada, tuvo que convencer, uno a uno, a todos los jefes de clan irlandeses que, por aquella época, se contaban por cientos en las tierras verdes. Utilizando su propia fortuna familiar, les llenó de regalos, comprándoles así el derecho a predicar. Disponía del dinero únicamente para pagar este cánon catequista y para distribuirlo entre los más pobres, mientras él vivía en la más absoluta pobreza.

El famoso trébol irlandés tiene su origen en una explicación muy famosa que dio el santo sobre la Santísima Trinidad, durante una catequesis: Una misma planta con tres hojas igual que un sólo Dios con tres personalidades diferentes.

También cuenta la leyenda que hizo huir a todas las serpientes de Irlanda y que enseñó a los irlandeses a destilar, como buen escocés. De ahí que la festividad de San Patricio y la cerveza sean inseparables.

Aunando estas dos características de la fiesta popular, la tradición manda que, además de vestir del color de la hierba, la cerveza que se ingiera sea también verde, cosa que consiguen con colorantes vegetales, sin restar ni añadir ni un ápice de sabor.

Para saber más, aquí hay una explicación más extensa: Santoral de la Red Global Católica, día 17 de marzo.

miércoles, 15 de marzo de 2006

Blockbuster Video: menudos filibusteros

Como asiduo usuario de Internet, aficionado al cine y trabajador por cuenta ajena me preocupa esta noticia aparecida hoy, y cuyo titular dice así:

"Blockbuster Video cierra sus 94 tiendas en España y despide a 688 trabajadores"


Podéis tacharme de listillo de la pradera pero el Buen Salvaje ya sabía, antes de leer el cuerpo de la noticia, la excusa que iban a poner para justificar este fracaso empresarial, muy alejada de la realidad.

Por supuesto, nada ha tenido que ver el elevado precio que cobran por el alquiler de las películas.

Menos aún el mantenimiento de una cantidad excesiva de copias de una misma película sin que haya tanta demanda, sacrificando la variedad y aburriendo así al cliente por la falta de diversidad.

El enorme espacio que utilizan para sus amplios locales y por los que pagan un dineral tampoco ha tenido ninguna importancia.

El alza actual de aquellos videoclubes de barrio, que ellos mismos arrasaron en su momento con agresividad manifiesta, en cuyos mostradores te asesoran con un trato más personal y tienen más abundancia de títulos (sin exceso de copias, que no hacen falta tantas), no les parece que tengan algo que decir acerca de este tema.

Todo estas cosas, que constituyen una mala gestión del negocio, se ven anuladas como causas del cierre, teniendo más a mano al malo de moda: la piratería.

Últimamente, la culpa siempre es de un hombre con pata de palo, muy malo, muy malo, que se pasea por Internet con un parche en el ojo y que, con carcajada maquiavélica, torpedea a las grandes compañías en su línea de flotación.

Me da en la nariz que los directivos de Blockbuster Video en España han visto la luz con el eco mediático que se le dio al caso de Madrid Rock , destapado como una gran mentira, en el que han encontrado una vía de escape perfecta a su propio despido por incompetencia manifiesta.

En el fondo me alegro. Hacía años que no alquilaba una película en estos establecimientos. Sin embargo, el tío del videoclub de mi casa se sabe hasta mi número de socio. Y eso que, afirmo sin rubor alguno, que me bajo infinidad de películas de Internet, la mayoría descatalogadas por grandes compañías como esta, cosa que es absolutamente legal y muy saludable para la cultura.

¿Me estaré convirtiendo en uno de esos malvados piratas
?

miércoles, 1 de marzo de 2006

S.E.R. o no S.E.R., esa la cuestión



Así, en caliente, el Buen Salvaje está harto.

En la aldea de Madrid, gracias al cacique de la horda madrileña, Gallardón Puño de Hierro Perforador”, ahora la pradera es más verde que nunca. Y azul también.
Pero no hablo del verde ecológico, como el de la hierba fresca, sino un verde asfalto, feo y sucio. El segundo tampoco es el azul que tiene el cielo abierto, sino el del plástico contaminante de la pintura.
Y es que la ampliación del S.E.R. (Servicio de Estacionamiento Regulado) ha entrado en vigor hoy, portando un estandarte en el que se puede leer “por la movilidad”. Un buen lema ya que consiguen efectivamente que los coches se muevan, porque nadie puede aparcar más de dos horas.

Otra epopeya digna de contar es la de conseguir la tarjeta de residente. Se necesita tener el permiso de circulación inscrito en Madrid y el DNI también. Estar en posesión de un contrato de alquiler o del certificado de empadronamiento en la zona, no sirve para nada. Si el DNI tiene otra dirección, no tienes derecho a aparcar. Si el permiso de circulación no está estampado en Madrid, también te j...

Todo para financiar el fracaso del 2012 y sus faraónicas obras, en un Madrid convertido ahora en la planicie de Gizéh, antes de levantar las pirámides.

Ahora, que el Buen Salvaje, a lomos de su yegua (la "bestia roja") no va a financiar con su dinero los agujeros que impiden cabalgar por la M-30.

El primero que prometa que no va a hacer obras, que no va a aprobar más leyes, decretos o normas y que nos va ayudar a estar más cómodos en esta aldea, que cuente con mi voto en las próximas elecciones. Pero un líder así es tan improbable como que todo el mundo vaya feliz y contento a pagar sus tributos y piensen que están haciendo algo útil.

No más presión a los salvajes o te expones a que los salvajes presionen por su cuenta.