miércoles, 17 de octubre de 2007

Feliz Mesiversario

Hago un pequeño paréntesis en la narración del cuento La prueba del rey para comentar que hoy hace un mes que Mi Salvaje Hija nació, concretamente el 17 de septiembre:


Le pusimos de nombre Icíar, castellanizando el nombre vasco (sin ningún tipo de connotación política). Algunos lo traducen como "aquella que ama profundamente el mar", otros dicen que significa "Luz de mar" y los lingüistas más eruditos afirman que quiere decir "Acantilado junto al mar".

El Buen Salvaje dice que, en todo caso, es un santuario precioso, que posee una de las tallas de la Virgen más antiguas del País Vasco, datada en el siglo XIII, adornado por una escultura de Oteiza, dedicada a la maternidad, situada a las afueras de la iglesia.

(Por cierto, y hablando de Oteiza, algún día tendré que comentar algo sobre esa maravillosa casa-museo de este genial artista, diseñada caprichosamente por el también genial arquitecto Sáenz de Oiza, situada en la maravillosa localidad de Alzuza, a tan sólo unos pocos kilómetros de Pamplona)

En fin, ¿qué puede contar El Buen Salvaje que no se haya contado ya sobre los hijos? pues que parece que haya pasado un año ya. La sensación de montaña rusa emocional es constante. A veces me siento el mejor padre del mundo, cuando logro calmarla y que descanse en mi brazo...


Y otras me siento fatal, como la peor basura de este mundo, por ser incapaz de librarle del sufrimiento que les produce a los bebés tener el famoso cólico del lactante. Desesperante es el llanto de Mi Salvaje Hija cuando le duele la tripa.

Pero, después de alguna que otra noche larga y tormentosa, compensa todos los esfuerzos nocturnos contemplar la placidez que dan las siguientes escenas matinales:




Me parecen ya tan característicos todos sus gestos... ¡y sólo ha pasado un mes! ¿ya dije que tener un hijo/a es lo mejor del mundo? pues me reafirmo, pero ahora con conocimiento de causa.

Orgulloso que estoy de Mi Salvaje Hija, que ya demuestra maneras de ser una auténtica salvaje...


Y también deseo agradecerle desde este blog a Mi Salvaje Esposa todo el amor y el cariño que me da, y que me ha dado, concediéndome el honor de ser el padre de este precioso ser humano.


PD: Deseo felicitar desde aquí también a todas las madres que no recurren al aborto para huir de sus responsabilidades o de una carga con la que no quieren cargar. Su esfuerzo para defender los Derechos Humanos es encomiable. En concreto, para defender el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que reza de la siguiente manera:

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Ojala su ejemplo cunda entre nuestros dirigentes y recapaciten acerca de esa auténtica sentencia de pena de muerte que constituye el aborto.

6 comentarios:

Shikilla dijo...

Preciosas fotos, imagino que se te caerá la baba cuando las mires una por una, intentando ver parecidos o preguntándote cómo es posible que un ser tan pequeño nos robe el corazón de tal manera...

La foto en la que la tienes boca abajo en tu brazo, me recuerda las postales de Anne Geddes.

Amigo, en este post dejas ver un lado tierno que bien pudiera ser también "salvaje". Feliz Mesivesario para Icíar, que tiene un mes muy desarrolladito.

Saludos

... dijo...

Gracias, Shiki. Siendo madre como eres, no esperaba menos de ti jejeje.

Sí que está grande, sí. Y que siga creciendo.

Saludos salvajes.

Lynnsinhill dijo...

Y a mí se me pasó eso de decir: enhorabuena. Espero que seas el mejor padre del mundo.

Saludos

... dijo...

Gracias, Lynn. Yo espero que lea tus libros con interés.

Saludos salvajes.

Anonymous dijo...

Tu hija es bastante fea

Anonymous dijo...

FELICIDADES A LOS DOS Y BIENVENIDOS AL CLUB DE LO "PAPIS".F.