Pues circulaba yo a las 7 y media de la mañana en mi vespa, a 100 km/h, por el carril izquierdo de la M-30, que es una circunvalación de Madrid por la que sólo se puede ir a 90 km/h, cuando un coche de payaso (uno de esos 4x4 que valen como 90.000€ y gastan un pastón en gasolina) se me pega al trasero, agobiándome.
Finalmente, cansado ya de mi lentitud (100 km/h es una velocidad de tortuga en Madrid), me adelanta por la derecha y me pita, haciendo gestos de estar muy enfadado el muy consejero de administración.
Yo he hecho lo de siempre en estos casos: le he bendecido, le he perdonado sus pecados y he seguido mi camino.
Finalmente, cansado ya de mi lentitud (100 km/h es una velocidad de tortuga en Madrid), me adelanta por la derecha y me pita, haciendo gestos de estar muy enfadado el muy consejero de administración.
Yo he hecho lo de siempre en estos casos: le he bendecido, le he perdonado sus pecados y he seguido mi camino.
1 comentario:
sí, esas cosas pasan.
lo mejor es pasarse al carril de la derecha si se puede, y dejarles marchar con viento fresco.
normalmente son unos cafres, y les encanta hacer burradas. lo mejor es no interponerse en su camino.
besos babosos
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