jueves, 30 de abril de 2009

La importancia de llamarse Ernesto (el Apocalipsis ya ha llegado aquí)


Parece que hoy un ser humano nacido en el Primer mundo (al que llamaré Ernesto a partir de ahora) es más importante que si nace en ese mundo mísero, sucio y olvidado al que Ernesto ha dado el nombre de Tercer mundo (al que denominaré Juan Nadie).

Mientras Ernesto se preocupa de las descargas ilegales por Internet, que les corta la digestión a los artistas, a Juan Nadie le suenan las tripas porque rara vez tiene con qué hacer la digestión. Está más preocupado por las "descargas" letales de los Señores de la guerra, la verdad.

Ernesto dice que su economía no va muy bien pero resulta que presta miles de millones a los bancos para que no vaya a peor la cosa. Juan Nadie no sabe lo que es la economía, porque no hay colegio en su aldea. Tampoco le importa mucho porque cuando el cuerpo de sus hijos se hincha por el hambre y la lengua por la sed, le importa bien poco que suba o baje el Euribor.

Ahora resulta que a Ernesto se le han muerto 176 personas en México (descansen en paz) por una enfermedad llamada gripe porcina y la cosa se convierte en una PANDEMIA INTERNACIONAL de dimensiones apocalípticas por la que la Humanidad entera tiene que estar acojonadita.

A Juan Nadie se le mueren diariamente miles de personas por el SIDA, la malaria, la disentería, la inanición, la tuberculosis y cientos de enfermedades mortales más, peores que la gripe porcina y a la OMS le importa poco, porque como no son desarrollados ni tienen hipoteca ni nada de nada, pues que más dan.

Esto debe ser como los usos horarios: la hora del Apocalipsis va llegando según la latitud y la longitud en la que te encuentres. Juan Nadie ya estaba en pleno exterminio y ahora parece que le ha llegado la hora a Ernesto.

1 comentario:

Fran dijo...

empezaba a olvidarme pq leía este blog...